La fibra es esencial para una buena digestión y para mantener un intestino saludable. Consumir suficiente fibra ayuda a prevenir el estreñimiento, controla los niveles de azúcar en la sangre y reduce el riesgo de enfermedades del corazón. Puedes encontrarla en alimentos como avena, granos enteros, frutas, verduras y legumbres. Al incorporarla diariamente, notarás un tránsito intestinal más regular y una mayor sensación de saciedad, lo que también puede ayudarte a controlar el peso. Incrementa la fibra poco a poco para evitar molestias.